Por eso te cuento de mi vida, para animarte a mirar tu propio niño interior. En él, en ella, encontrarás tu vulnerabilidad y tus fortalezas. Tu niño herido y tu niño maravilloso. Y ésta es la primera llave para abrir el canal de conexión con tus hijos o con los niños que acompañas. 

 

Junto con el trabajo personal a través de mi biografía, mis fuentes principales son la pedagogía Waldorf, las aportaciones de la pediatra Emmi Pikler y la terapia Gestalt de Infancia y Adolescencia. Me especialicé en ellas porque proporcionan hasta los detalles más concretos, actitudes y prácticas para llevar a cabo una forma de educar más humana, integral y feliz para las personas. Y porque transmiten una vivencia de la belleza y del arte como poderosas herramientas sanadoras del alma.

​

Mi parte aventurera buscó durante mucho tiempo el sentido de la vida caminando en la Naturaleza y, más adelante,  los viajes se tornaron hacia el interior, estudiando Filosofía, Magisterio, el Pensamiento Sistémico de Bert Hellinger, entre otras  formaciones y varias corrientes espirituales que conectan el cuerpo y el corazón, lo físico y lo sutil. El trabajo corporal y su cultivo abrió nuevas dimensiones a mi experiencia. Profundicé formándome en Sexualidad consciente, Masaje holístico y Rebirthing.

 

 Los frutos que he ido encontrando en esta parte de mi camino es lo que te ofrezco para acompañarte en la Terapia Holística. Trabajar con nuestra mente y nuestro mundo emocional es fundamental. Pero cuando además atendemos a nuestro cuerpo, nuestra energía y la respiración hay un antes y un después en nuestra transformación. 

​